27 febrero 2007

eSCANDALO PORQUE TOQUETEAN A MAESTRA EN ITALIA ¿Y QUÉ... ACASO USTEDES NUNCA LO HICIERON?



Aaahhhhhhhh, que quilombo se armó en la Italia signore. ¿Se enteraron? Parece que filmaron un escandaloso video en el cual la seño está sentada dando clases mientras un grupito de alumnos juguetea con su tanga y le acaricia el cuerpo.
Obviamente, las autoridades del Ministerio de Educación de Italia se pusieron como cabras y ahora la quieren rajar, aunque ella argumente que fue víctima de los alumnos. Y si uno mira el video, muy enojada con los pibes no se la ve. Nada que ver con la Señorita Norma, mi maestra de 5º grado, a quien le hacíamos algo similar, aunque con fines no eróticos, ya que nuestro objetivo era, lisa y llanamente, trastornarla completamente para que abandone la docencia. Vieran ustedes como se debatía como un lechón marino en cal viva. Menos mal que éramos varios, y como en el curso teníamos a unos cuantos repetidores (incluso había uno que ya lo habían llamado para la colimba), el valor y la fuerza se multiplicaban con la edad.
De todas maneras, no estoy de acuerdo con lo que hace esta maestra italiana, que se deja toquetear en aras de la pedagogía. ¿Qué gente ponen en la península itálica dirigiendo la educación de los italianitos? No puede estar cualquiera al frente de un aula. No sé quien será el encargado de la selección del personal, pero le mando un mensaje al embajador italiano... no no, mejor al presidente de Italia: Echen al que esté y pongan a alguien que sepa. Es más, aunque estoy con mucho trabajo, aceptaría el cargo de Superdirector con Poderes Absolutos de Escuelas della Italia. Estoy en casa, cualquier cosa. Lo del sueldo, lo arreglamos. Ah, y a la maestra esa, envíenmela, que yo enseguida la pongo en vereda.

21 febrero 2007


Verdadera historia de cómo conocí al amor de mi vida, me agarró un infarto de miocardio, perdí al amor de mi vida y me enteré de que mi mejor amigo me traicionó, todo en el Día de San Valentín.

Ante todo, lo primero es lo primero. Feliz Día de San Valentín a todos los enamorados. Ahhhh, que esperaban, que me ponga a despotricar como loco contra esta fiesta extranjera, como suelo hacerlo, pues no, este es otro de mis imprevisibles cambios de actitud. Pero todo cambio responde a un causal. Y el mío es doloroso, porque significó un duro impacto a mi sensible corazón.
La cosa fue así: resulta que el miércoles por la tarde, me fui al Chets y Conchets Tennis & Backgamon Social Club, donde estaba jugando un cuadrangular con mis amigas íntimas, las actrices Charlotte, Catherine y Nadine. Iba yo ganando por tres sets, cuando apareció ella y me dejó deslumbrado. No sé que tendría, pero algo en ella captó mi atención. Esa falta de atención me hizo perder ventaja en el tanteador, pero no me importó, pues mi viejo corazón (me hice un transplante y el donante tenía 86 años) hacía tiempo que no galopaba así, al compás del amor. Pero de repente, el sudor frío y un calambre en el brazo izquierdo me avisaron que algo andaba mal y ahí nomás pasó, me agarré un infarto agudo de miocardio y caí planchado en el polvo de ladrillo.
Gracias a la Providencia, Nadine siempre anda con un frasquito de Digoxina en el bolsillo, así que me salvé por un pelito. Pero lo bueno es que cuando despierto, un número importante de curiosos se había arrimado a verme, y entre ellos, a un costadito, la veo a ella, con su barba, sus bigotes y sus pelos en la espalda. ¡Eso era lo que había llamado mi atención, era peluda como un oso! Nos miramos a los ojos, sondeamos en lo profundo de nuestras almas, y el radar hizo "píííííí" y descubrimos que éramos el uno para el otro. Que quieren que les diga, nos enamoramos. Me incorporé, me quité el polvo de mi indumentaria y la invité a tomar algo. Fuimos al restó del club. Como quería impresionarla, le pedí al garzón algo sencillo: un bebé leopardo a las brasas, bien cocido en colchón de espárragos y queso italiano, con papas a la francesa y ensalada mixta de aceto balsámico. En cambio ella, más sencilla, me dejó estupefacto con su demanda: "un gato negro, crudo y sin piel, flotando en gasoil". Apa la papa, pensé, una apasionada de la gastronomía rosarina.
Comimos, charlamos, y entre ruidos animales de masticación, eructos contenidos, y tenedores que chirriaban contra los dientes, sentimos nuevamente que una invisible soga nos acercaba a los abismos irresistibles de la tentación amorosa. Vi sus ojos y lloraba: "Tiene mucha pimienta" me dijo, intentando disimular sus sentimientos. Ese candor, esa inocencia, me dieron nuevos ímpetus y ahí nomás me la jugué y le dije "Mirá peluda subnormal, creo que me estoy enamorando de vos". La respuesta no se hizo esperar. Agarró el pimentero, lo abrió con tranquilidad y luego, con un certero y ágil movimiento de su brazo derecho, me echó pimienta en los ojos al grito de ¡Te amo! ¡Te amo! Mientras yo, desde el piso, la invitaba a comer en casa a la noche.
Ya después del crepúsculo, estaba yo tranquilamente en mi penthouse, envuelto en mi smoking de seda hindú, paladeando unas hebras de queso de chancho regadas con sorbitos elegantes de un cortecito 2001 de merlot/malbec, mientras cocía pechugas de cebra grillé, glaseadas con salsa de arándanos y flumbié a la charnestorville de seso de tortuga gigante galápago. Un menú exquisito, ideal para homenajear en tan especial fecha a la dama peluda, de la cual pensaba obtener ciertos favores (hace unos días me cortaron la tarjeta de crédito y ando corto de fondos). Me sentía un ganador, la sonrisa habitaba permanente en mi rostro y mi corazón, ya más tranquilo, trotaba con la tranquila felicidad de quien sabe amar y es correspondido.
Yo la había citado a las 21:30 según el huso horario del meridiano de Greenwich y en punto sonó el timbre.
¡Estaba deslumbrante! Se había hecho unas dulces y elaboradas trencitas en los pelos de la espalda y de la barba. Y tenía un abrigo de piel que armonizaba muy bien con su carácter.
La hice pasar caballerosamente, le serví una copa de vino, cenamos en silencio a la luz de las velas y a la brisa del ventilador. Después vinieron los postres: queso con membrillo para mí y una costeleta cruda para ella.
Por supuesto, luego de la cena, nos apoltronamos en un sofá y nos empezamos a mimar un poquito. A los veinte minutos, mi vejiga reclamaba desagote, así que me levanté, me incliné hacia ella y, aristocráticamente, le manifesté mi intención de cambiar el agua de las aceitunas.
Ya en el baño, imaginé los pasos a seguir: le declararía formalmente mi amor y mis intenciones de tener hijos con ella, comenzando a intentar esa misma noche. Me lavé las manos, arreglé el moñito del traje, me tiré agua florida en el cuello y en los muslos y salí del baño dispuesto a entregar mi corazón... ¡Y me horroricé!
Frente a mis ojos, la mujer peluda, mi enamorada, estaba besuqueando al fiel Pampa, mi amigo entrañable, mi perro de toda la vida, casi un hermano...
Ahí se produjo el siguiente diálogo:
Yo: ¿Qué hacés, ¡oh! malvada mujer peluda, dándote de a besos con el perro?
Mujer Peluda: (gritando) es que no lo entendés, soy una mujer perro, por eso soy tan peluda, fui criada por una familia de Golden Terriers que me enseñaron buenos modales... pero sigo siendo perro... y lo vi a él (señala a mi perro ¡mi amigo!) y me enamoré perdidamente.
Yo: ¿de ése mugriento? ¡Si se lame los testículos a diario!
Pampa: ¡¿A quien le decís mugriento?! ¡Me los lamo porque me pican!
Yo: Ah, mostraste la hilacha... resulta que ahora hablás.
Pampa: ¡el amor me hace hablar!
Yo: (agarrando una espada Jedi) Yo te voy a dar amor canino traicionero...
Pampa: (saltando en sus cuartos traseros) ¡Vení! ¡Vení! ¡Te voy a reventar!
Luego todo fue muy rápido. Me abalancé hacía mi traidor perro, lanzándole una patada giratoria de Chuck Norris, la cual esquivó, a la vez que me propinaba un cabezazo tucumano. Ahí nos trenzamos en una vorágine de piñas y mordidas, hasta que veo a la Mujer Perro que tomaba una lámpara y me la daba en la nuca. Caí desplomado.
Horas después, all despertar, encontré la casa revuelta y la siguiente nota: "Nos fuimos con el Gran Circo del Loco Macoy. Yo seré "La Increíble Mujer Peluda" y Pampa será "El Asombroso Perro Parlante". Nos casaremos y tendremos muchos cachorros. Al primogénito varón le pondremos tu nombre, para recordarte. Te robamos algo de plata para arrancar nuestra nueva vida. Ambos te queremos mucho y lamentamos lo que pasó".
No lo iba a decir, pero lloré. Lloré como un niño por el amor, por la amistad, y por la plata. Me sentí triste y abandonado, pero luego Escupido iluminó mi corazón y comprendí, finalmente, que el amor es más fuerte... como los mentoliptus.

09 febrero 2007

Ahhhhhhhhh, después del éxito indiscutido de Gran Hermanastro, volvemos a lo de siempre:
"masculino, veinteañero, en paños menores y con sombrero bombín, con las patas subidas a un
escritorio de ébano torneado, tomando poderosa bebida de color azul oscuro, pensando en el orden karmático de la existencia". Seeeeee. ¡Dejamos los realitys y volvemos al periodismo de alto impacto!

Uhhhhh, gracias, muchas gracias a todos los auspiciantes que nos bancaron económicamente la casa de Gran Hermanastro, un verdadero exitazo, una verdadera máquina de hacer guita. Técnicamente, todos nos volvimos multimillonarios, aunque yo me desbarranqué económicamente en seis horas: me fui al casino y aposté TODO al 34... ¡Y salió el 34! Chocho de la vida, salí de ahí doblemente millonario, pero con tanta mala suerte que justo paso por un lupanar y ¡ay de mí! con engaños me durmieron y me hicieron despilfarrar todo mi dinero. Menos mal que mis socios de producción corrieron mejor suerte y ya están todos en Paraguay, comprando artículos electrónicos para reventa, así que alguna changa voy a conseguir. Incluso el customer design del programa, Francisco Juan Arandiru de Ibarrrgurrrein, pudo cambiar el coche, ahora maneja alegre un fitito tuneado, con motor completamente rectificado.
Bue, vayamos a lo nuestro. No sé si saben, pero hace muy poquito fui papá. Gracias a todos los que me enviaron sus saludos, champaña y queso cuartirolo, para celebrar ese día tan especial, cuando nació Felipe, con sus dos kilitos cuatrocientos. Pamela David está bien de salud, gracias. Un poco gorda eso sí, razón por la cual nos distanciamos (yo le dije "parecés un lechón, si te ve Babe, te engarlopa". No sé por qué, pero me pegó con un suero en la cara. Debe estar sensible por la depresión post parto. Y como yo no soy hombre que tolere los desplantes de una mujer, ahí nomás le dije "¡del pibe te hacés cargo sola y mañana mismo mi abogado te va a presentar la demanda correspondiente!" y me fui de la sala de maternidad, no sin antes chapar con una de las enfermeras que me tiraba onda. Así me retiré a mi chalecito en las sierras, pero las revistas del corazón se enteraron del incidente, y entonces mi casa se llenó de periodistas. Por suerte, tenía en condiciones mi Kalashnikov, y les arremangué al viejo estilo Maradona, por arriba del tapial.
Acosado por la prensa, con mi paternidad negada por la madre de mi hijo y lleno de furia porque me quemé con aceite mientras cocinaba, no sabía que hacer. Y de repente, la luz: una misiva de una conocida casa de electrodomésticos que me intimaba a abonar las cuotas impagas de la compra de un lavarropas o me lo embargaban, lo que, inexplicablemente, me llevó a recordar los buenos tiempos, cuando salía con Britney Spears, lo que me llenó de alegría el corazón.
A la noche ya estaba en Beverly Hills, saltando por la tapia la mansión donde vive con su pareja Isaac Cohen, un pibe que labura de modelo y que es medio nabo.
Me metí por la cocina, jugué un rato con Tom (nuestro perro ¡ah cuanto recuerdos! ¡cómo cuando lo agarré con el rifle por desobediente!) y luego me metí en la habitación, donde Britney (un poco más gorda que de costumbre, ¡pero no hay grasa que valga para el corazón!... salvo el colesterol) yacía junto a ese pavote. Muy lentamente, me acerqué, la desperté sin hacer ruido y le dije en perfecto inglés "Venite Brit, que tengo que charlar con vos un temita de plata. Vamos a la cocina".
Se restregó los ojos y cuando me reconoció, un brillo de renovado ardor la envolvió.
Cuando llegó a la cocina, se produjo el siguiente diálogo:
Britney: ¿qué querés, son las tres de la mañana?
Yo: nada, te extrañaba y quería verte.
Britney: ¡que tierno!...naaahhhh... ¡vos querés otra cosa!
Yo: en realidad sí... necesitaría que me pagues las dos cuotas del lavarropas. Serían junio y julio.
Britney: (insulta en inglés) ¡Maldito! ¡El lavarropas lo compraste cuando vivías con Elizabeth Hurley, conmigo compraste el horno!
Yo: ¡uh! (me rasco la cabeza) ¿Denserio?
Britney: si...
Yo: ¿y ya está pago el horno?
Ahí se sucede una situación difícil de explicar, ya que todo sucedió muy rápido. Sólo recuerdo que ella tomó un picahielo y se arrojó sobre mí lanzándome una letal estocada. Pero no por nada me dicen la "cobra esquiva" (algunos también me llaman "esquiva cuando le cobran"), así que hice una finta hacia la izquierda, y cuando ella pasa de largo, la aferré de atrás con contacto pleno. Y pasó lo que tenía que pasar. El empalme de mi masculino torso desnudo (yo a las casas ajenas ya entro en cuero) avivó la dormida llama de aquella antigua efusión, con renovado ímpetu, que se manifestó allí nomás, sobre la misma mesa en la que cada mañana desayunan. Cuatro o cinco veces se manifestó esa pasión, hasta que su mirada ya solicitaba clemencia. Fue ahí cuando nos quedamos dormidos, olvidados del mundo y del pobre Isaac, que al levantarse por la mañana, para desayunar sus waffles con tocino y mondongo en escabeche, observa la situación y se pone a gritar como señorita afligida.
Obviamente, cuando me desperté, la sorpresa fue mayúscula, y cuando caí en la cuenta que no se tragaba mi historia de que era un arquitecto de vanguardia que venía a reformar la cocina, opté por alejarme silbando bajito, esperando que se arreglen entre ellos, porque yo seré lo que seré, pero en problemas de pareja no me meto. Por suerte, alcancé a manotearle la billetera, así que al lavarropas no me lo embargan.

01 febrero 2007

GRAN HERMANASTRO...EL FINAL



Chan chan chan chan chan chan (música de la película Tiburón 5) ¿quién es el asesino? ¿se imaginan quién es? No, en serio ¿se imaginan quién es? ¿será uno de los participantes o un foráneo que nada tiene que ver con el juego? Dele, dentre, pase y vea. Conozca los motivos del genio criminal que hizo percha a la Mujer Maravilla...

Finalmente, los detectives resolvieron el crimen. La resolución del caso llegó gracias al aporte del pequeño infla kinotos de Lorenzo Montero (el más chiquito de los detectives), que aplicó el método deductivo para determinar, así, de una, sin mayores complicaciones, que el asesino de la Mujer Maravilla era Robin, el Joven Maravilla.
En primera instancia, cuando lo escuché, le dije "pibe, aflojale a lo que estés tomando", pero parece que el chaboncito sabe lo que hace, no como su hermano, Franco Montero, que desde que entró a la casa no para de arrastrarle el ala a la dipsómana de Dana Scully, ese bomboncito de licor que no le afloja a la hesperidina ni con varicela. Sin embargo, a pesar de la cargoseada de Montero, la Scully no le flaquea; al principio sí, se coparon y pegaron onda (ella también es detective), pero eso sólo era posible en los escasos minutos al día en que la ex Código X estaba sobria (o sea, tres minutos después de despertarse, antes de lavarse los dientes con una potente aleación de tequila y vodka), porque después del mediodía le pintaba la violencia, se quedaba en baby doll y andaba corriendo por la casa, a cuetazo limpio, arrojando monedas al aire y gritando que era Búfallo Bill.
Bueno, el tema es que el chaboncito, vaya uno a saber como, sacó esa conclusión y me la contó, así que yo se los cuento a ustedes:
Como todos saben, la Mujer Maravilla perteneció durante mucho tiempo a la Liga de la Justicia donde, entre tanta aventura, terminó de novia con Supermán. Sin embargo, Supermán no le hacía mucho honor a su nombre y parece que el hombre de acero era un tanto precoz a la hora de los bifes. Por ese motivo la Mujer Maravilla (que para estas cosas no tenía paciencia), le echó el ojo al siempre enigmático Hombre Murciélago, que así de calladito como lo ves, te acomoda y te parte la columna. La cosa es que, de trampa, la Wonder Woman chapaba con Batman. Hasta ahí todo bien, si no fuera por un siniestro personaje conocido como el Joven Maravilla (Robin), un asumido homosexual que fuera colega del gótico superhéroe, a quien siempre le tiró onda. Tal era el amor insano del Joven Maravilla que firmaba sus autógrafos como Robin de Batman, como si fuera la señora. Obviamente, Batman, a pesar de usar trajes ajustados, era bien machito y le dijo a Robin que si lo seguía jodiendo, lo iba a atropellar con el batimóvil. Este revés amoroso, afectó mucho la sensibilidad de Robin, quien envenenado de celos, la emprendió contra la amante de Batman (Mujer Maravilla), amenazándola con contarle toda la verdad a Supermán, que si se llegaba a enterar, todavía la están juntando con cucharita. Pero la Mujer Maravilla no se comió los mocos y enseguida propagó el tole tole de que Rrobin masticaba galleta sin agua. El rumor se esparció como jugo derramado en un mantel, y así fue como el prestigio del Joven Maravilla fue dinamitado ante la opinión pública.
Finalmente, Robin fue expulsado de la Liga de los Superamigos "por afectar severamente la imagen del grupo", según dijo el hombre de los calzoncillos colorados.
Así, alejado de sus más dulces sueños, Robin pasó al olvido. Algunos dicen que se fue a laburar con los pitufos (conocida tribu gay de Nueva Zaranda) y otros dicen que se encerró en el sótano de un teatro, donde aprendió a tocar el piano con un tipo que usaba máscara y que asustaba al público.
Durante esos largos y dolorosos años, Robin planeó fríamente su venganza y, da la reventada casualidad, que mi proyecto de Gran Hermanastro, le dio la oportunidad que tanto anhelaba.
Así fue como se infiltró en la casa y asesinó a la Mujer Maravilla y escribió las dos notas encontradas en la escena del crimen, una para despistar ("Me maté yo sola") y otra para sacarse la espina del ojo ("Eso te pasa por perra, yegua vieja").
La pregunta era entonces ¿dónde estaba el Joven Maravilla? Buscamos, buscamos, buscamos y no lo encontramos, así que si lo ve por ahí, avise a la Policía.
Ah!!! Y vieron que el Mudito Suárez dijo que él fue testigo del crimen. Bueno, confesó (por señas) que eso era mentira, que sólo lo hizo para ganar notoriedad dentro de la casa.
Así señoras y señores, se cerró el caso y todos los participantes siguieron con su vida. A la mayoría les fue bastante bien. Miren...

Dana Scully: sorpresivamente y contra todos los pronósticos, la ex agente especial del FBI, replanteó su vida y decidió ingresar a una clínica de rehabilitación para alcohólicos donde logró recuperarse. En dos meses se tiró a chupar de nuevo.
Britney Spears: sigue teniendo hijos... de manera permanente.
Lucio Mollejón: lo contrató TV Chile para hacer de protagonista en la versión shilena de Lost, donde un colectivo se desbarranca en una playa de Valparaíso.
Gilberto Mascatierra: El Tigre de Villa Luro cumplió con su sueño. Fue contratado por Dolce & Gabana para la campaña 2007 – 2008.
Además, lanzó su propia línea de perfumes en dos fragancias: "Tufo di Gilberto" y "Rancio". Actualmente vive rodeado de mujeres hermosas en un chalecito.
Mordisco Montoya: fue contratado para hacer de James Bond en la continuación de la saga titulada "Muerde y deja morder".
La crítica londinense lo adora y dice de él "sin duda, el mejor Bond de la historia. Al lado de él, Seann Connery parece un estúpido".
Amalia Granata: no aguantó la presión de la casa (se le cayó parte de la galería en la espalda).
Al salir, se volvió loca y terminó en el Arkhan Asylum porque la obra social no le cubría un psiquiátrico como la gente. Según ella, planean asesinarla unos monos capuchinos con el rostro de Robbie Williams.

AL FINAL, EL MUDITO SE ENAMORO DE MI MAMA

Mudito Suárez: Eeehhhhhh... como explicarlo, me da un poco de vergüenza. Resulta que el mudito Suárez y mi santa madre se encontraron una tarde en el living, comiendo leverbusch y bondiola. Se pusieron a charlar y la charla floreció en una sana y respetuosa amistad que prontamente degeneró en una virulenta y escandalosa pasión que amenazaba los cimientos de la casa y no dejaba dormir a nadie (y eso que el mudo es mudo). Así que bueh, están de novios y conviven en casa. Lo bueno es que mi vieja, que viene acumulando rabia hacia mí desde hace tantos años, ahora se entretiene con el mudo y me deja bastante tranquilo.