29 mayo 2006

Vamos a seguir de cerca la evolución de mi enfermedad

Siempre digo que no hay nada peor que esos tipos que les preguntás "cómo andas" y te dicen "UH, mirá ando pésimo, me duele acá y allá y el médico me dijo esto y aquello" y te enroscan 45 minutos con una conversación que no te interesa para nada porque vos lo único que hacías era ser mínimamente cortés y cumplir con un formalismo.
Pues bien, yo pensaba así. Pero ahora que yo soy el enfermo, voy a rectificar mi postura:esta vez señores, yo estoy enfermo y quiero que todos padezcan, sino mi dolor, al menos mi irritación. Es así que como ya estoy más que podrido de que me duela la pierna y de que los galenos traumatólogos de la ciudad no tengan la más remota idea de qué es lo que me sucede, he decidido publicar en este blog algó así como "Diario de la enfermedad de mi probre pierna izquierda", en el que voy a brindar detalles diarios para seguir de cerca la evolución de esta rara patología y para ver si pego a algún traumatólogo con onda que me aconseje on line.
A continuación voy a presentar los síntomas y luego las primeras anotaciones en el diario.

Sintomatología: dolor a-gu-dí-si-mo en la zona isquitiobial izquierda, desde la media nalga hasta la pantorrilla. Me duele como la gran yegua, se los juro. No me golpié ni nada, apareció así porque sí, como ALF.

Diario de la enfermedad de mi pobre pierna izquierda"
Día 1
Hoy me duele mucho. Será la humedad, será el frío, será por tí será por mí, será por todo lo que fuimos, hasta el amanecer. Me desperté y había un bisonte jorobado en mi cama, retozando junto a mí, producto de mi salidera nocturna y mi costumbre anodina de beber como un beduino e irme con el primer loro que encuentro en el boliche. Pero como pobrecita ella no tiene la culpa de ser un termotanque oxidado, le dejé un poco de pasto y una palangana con agua para que desayune antes de irse.

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