29 mayo 2008

CANTATA A MARTÍN PALERMO

El presente es un poema que me fuera encargado por Alejandro “Negro” Portmann, un palermista de la primera hora, verdadero fanático del loco y ardiente admirador de la entrepierna del goleador xeneixe.
Dicho poema, se llamaba originalmente “La Doce tiene conjuntivitis”. Sin embargo, al Negro Portmann no le gustó el título y propuso el poco original “Cantata a Martín Palermo”, título que finalmente quedó, ya que él paga.
El mismo está escrito en una rara especie de octavilla italiana como rima regente, aunque me he permitido la inclusión de algunas décimas, redondillas, coplas y cuartetos, todos entremezclados, para dar mayor vivacidad y cuerpo al poema, dados los exquisitos y aristocráticos gustos poéticos del afamado caudillo del barrio Las Latas.

“Cantata a Martín Palermo”

Con dos cañones en sus piernas
y uno entre las gambas
nació Palermo con la estampa
de ser un gran goleador
y aunque lo tratan de maleta
por su bravura es muy temido
y en las áreas conocido
por ser feroz abrochador.

Su carrera inició temprano
de guardameta en Estudiantes
pero no quería él los guantes
¡quería ser un gladiador!
y un buen día se plantó
frente al coach en el vestuario
y con su rara cara de estuario
le gritó ¡soy goleador!

¡Oh Martín Palermo
rara especie de jugador
que demuestra en cada juego
su hambre de goleador!
¡A los 18 jugó en primera,
a los 19 era genial,
a los 20 gol de chilena,
a los 21 gol a un transexual!
¡Oh Martín Palermo
tiene olfato ganador
en el área es muy certero
aunque patee un calefón!

Con gran tino en su carrera
muchos goles convirtió,
la maldición así partió
y a la selección fue convocado
pero amarga fue la noche
que marró los tres penales
fue por culpa de un calambre
que a la tribuna los pateó
y toda la hinchada puteó
a Palermo que empacado
masticando rabia y enojado
recibió insultos como este:
¡pajero de mierda, culeado,
sos mas malo que la peste!

Después de eso mis amigos
vino la mala pa´l loco
se fue España que no es poco
y allá no tomó ferné
y aunque las cosas él quería
hacer bien en los partidos
el mal fue bien conocido:
se quebró tibia y peroné.

¡Oh Martín Palermo
rara especie de jugador
que demuestra en cada juego
su hambre de goleador!
¡A los 18 jugó en primera,
a los 19 era genial,
a los 20 gol de chilena,
a los 21 gol a un transexual!
¡Oh Martín Palermo
tiene olfato ganador
en el área es muy certero
aunque patee un calefón!

Después de la racha mala
Boca Juniors fichó al titán
le midió bien el alquitrán
y lo puso en la cancha de nueve
empezaron a llover goles
y se hizo grande en la tribuna
que lo aplaude cuando vacuna
no importa que llueva o truene.

Con boquita ganó de todo
a sus pies rindió a la Doce
que nunca le raya el coche
por su grandeza que es ancha
como vez aquella que a Colón
en la ciudad de Santa Fe
el loco, yo doy fe,
le hizo un gol de media cancha.

Decisivo en la Libertadores
y en la Intercontinental
puso a la Doce sentimental
en Japón, en Yokohama,
pues solito el gran Palermo
y en dos minutos, prodigiosos,
metió dos goles ansiosos
y al Madrid hizo la cama.

Ya probó sobradamente
que es un groso entre los grosos
como en marzo dieciocho:
marcó cuatro en un cotejo
así que no discutan mis amigos
pues Palermo tiene aguante
es un guapo a lo de antes
que cobra el sueldo en Western Union
y tiene estilo y tiene gracia
porque juega en Boca Juniors.

19 mayo 2008

Humorista de vanguardia lucha contra la anorexia, la bulimia y la obesidad, pero defiende el hábito de rascarse el culo con las dos manos.


Robustecí. Esa es la palabra. Mi cuerpo, de un tiempo a esta parte, cambió. Veo mi vida en restrospectiva y observo como aquel tierno ternerito que alguna vez fui, se convirtió en vigoroso novillo y luego en un temible toro reproductor y ahora, sin previo aviso, en un bovino gordo, mañoso y mal llevado, que reposa en el potrero con los testículos hinchados por el sol y que lo único que quiere es estar tirado pegándose en el lomo con el rabo.
Así me veo, así me siento. Debo hacer algo me digo. Una salida rápida a esos kilos de más, una finta a esa incipiente barriga que pretende desbordar el cauce natural marcado por mis espartanos abdominales. La anorexia y la bulimia, podrían ayudar pero, ciertamente, no pretendo dejar de comer y mucho menos vomitar, salvo que sea por resaca. Tampoco proyecto ir a un gimnasio y salir a correr, que yo no soy un canguro boxeador. Soy un ser humano y tengo la autoestima suficiente para rascarme un nalga y decir “¡yo puedo!”.
Afortunadamente, soy naturalmente sexy, y la pancita me queda bien, me da un aire “de tipo casado que no se priva de nada, ni en la mesa ni en la cama”.
De todas formas, no soy egoísta y me preocupo por aquellos que quieren bajar de peso, pero sin por ello perder su dignidad humana. Por lo tanto, he creado el 10 P. (“Programa Práctico en Pocos Pasos Para Perder Peso sin Ponerte Pila Pila”), el único sistema que le hará perder peso, sin modificar sus hábitos alimentarios ni mover un dedo.

Escupir constantemente
Una buena escupida tiene un peso aproximado de 3 grs. O sea que diez gargajos al día te harán perder 30 grs y cien escupidas diarias, que es lo que yo recomiendo, ¡serán 300grs perdidos! Además, reconozcamos que es un método que resulta divertido, por la posibilidad de afinar la puntería seleccionando blancos cada vez más difíciles, lo que hace mas llevadero el proceso.
Optativo: cuando vayas caminando por la calle, elegí a algún grandote con cara de malo y de prepo metele un buen gargajo en el pecho o en la cara, y después salí corriendo para que no te reviente. De esta manera ¡también harás ejercicio y quemarás calorías!

Donar sangre
Cuando te sacan sangre en los hospitales, te sacan medio litro justito. Teniendo en cuenta el peso específico de la sangre, esos serían unos 530 gramos. Sin embargo, aunque te sacan medio litro, lo cierto es que bien podrían sacarte un litro entero, porque si no sos una maricarmencita, te la tenés que aguantar. Además, de esta manera se colabora doblemente con el sistema de salud y uno se siente bien. Precaución: no provoque una riña con un litro de sangre menos.

Reventarse granos
Un grano promedio tiene 0.02 grs, o sea que se necesita reventar 100 granos para bajar apenas dos gramos. Yo sé que no parece que valga la pena no es mucho ya sé, pero si tenemos en cuenta que lo de adentro del grano es “grasa pura”, esos dos gramos son más que valiosos. Además, reventar granos siempre resulta tranquilizador. Si ya dejaste atrás la pubertad, es recomendable agarrar una piedra pómez e irritarse ciertas partes del cuerpo (las nalgas son el mejor lugar) para provocar la salida de las pústulas.

Cortarse las uñas
Una pedacito de uña promedio, pesa 0.02 gramos (de las manos) y 0.03 gramos (de los pies). Si hacemos los cálculos correspondientes, nos suma 0.5 gramos totales. Además, si contamos la mugre que se esconde tras las uñas, se alcanzan 1.2 gramos fácilmente. De esta manera, no sólo se pierde peso, sino que también se mantiene la higiene personal.

Sacarse los mocos y la cera de los oídos
Una bola de moco como la gente pesa como 2 gramos. Y teniendo en cuenta dos orificios nasales, serían 4 gramos. Y si sumamos la cera, sería 1 gramo más. El secreto aquí es exponerse constantemente al frío (andar en motocicleta, en cuero y todo mojado es la mejor manera) para desencadenar el moco. Mucho mejor aún si el moco se convierte en “aguita”, que chorrea constantemente y ayuda a perder peso a cada momento.

Vender el alma
Una vez vi una película que dice que cuando uno se muere, si lo pesan al toque, pierde 21 gramos. O sea que el alma pesa 21 gramos. Obviamente, la intención es no morirse, así que lo más potable es vender el alma. Lo malo es que no sé que pasará con un cuerpo sin alma (capaz que engorda). Lo bueno, es que si se negocia con un fanático religioso o con el diablo, se puede hacer un lindo negocio y comprar un auto.

Ejercer la docencia
Este procedimiento basa su argumento clínico en el famoso adagio “Tiene más hambre que maestro de escuela”, por lo cual asumo que los maestros de escuela viven en estado ascético permanente, lo cual les ayuda a mantenerse en línea. Lo malo es que a los maestros nadie los quiere (ni el gobierno, ni los niños, ni Batman, ni nadie), excepto si son maestras jovencitas, a las que los directores le quieren planchar la escarapela.

Pelarse el cuerpo entero
Es indeterminado el peso de un pelo. Pero según mis estudios todos los pelos del cuerpo (incluidos los que protegen al Ojo de Saurón) pesan como 120 gramos. Una buena manera de perder peso y hacerse el posmoderno.

Irse a vivir lo más cerca posible de la línea ecuatorial
Como se sabe, por razones de la ley de gravedad, un cuerpo siente menor atracción hacia abajo, mientras más lejos se encuentre del núcleo de la tierra. Y el lugar más alejado del núcleo de la tierra (pero estando aún en la tierra) es en la línea del ecuador. Por eso, recomiendo irse a vivir a esa zona, preferentemente, arriba de una montaña. No sé bien cuanto peso se pierde porque los cálculos son difíciles, pero a ojo de buen cubero, yo diría que como un kilo.

Liberar vientos anales
Los gases tienen peso, aunque mínimo. Pero una buena ronroneada matinal, libera peso, descongestiona y sobre todo, colabora con la felicidad interior, porque uno se siente poderoso y dueño del mundo. O sea que este es un ejercicio de autoestima basado en el viejo apotegma “Un viento anal es al cuerpo lo que una confesión al alma”. Recomiendo comer una ensalada de porotos y habichuelas, con provenzal, antes de acostarse, para dejar que el sueño de la noche potencie la fermentación. Por la mañana, realizar el procedimiento y encarar con la frente en alto el nuevo día que el Señor nos regala.

07 mayo 2008

PERIODISTA LOCAL SIGUE ENTREVISTANDO PERSONAJES FAMOSOS. AHORA LE HACE UNA EXCLUSIVA INTERVIÚ A SUPERMAN, EL SUPERHÉROE MÁS SALAME DE LA GALAXIA.

Su morada es un verdadero palacio, lo que indica que Superman ha juntado mucha plata en estos años, aunque no se puede especificar de donde la habrá sacado, porque sabemos que Clark Kent no tiene un buen sueldo en el Daily Planet y que Superman no cobra por sus trabajos. O sea, que lo más probable es que reciba dinero ilegal de alguna transa que tenga por ahí, a lo más seguro con Jimmy Olsen, a quien se lo conoce por manejar prostíbulos paraguayos en los barrios periféricos de Metrópolis y Villa Chica.
Admirado por la arquitectura del lugar, golpeo la puerta de entrada de la maisonette e inmediatamente sale Luisa Lane, en baby doll transparente. "Mi marido no está en casa" me dice sugerente y con un insinuante movimiento de la pelvis me invita a entrar. Apenas traspasar el pórtico, se abalanza sobre mí como un jaguareté hembra en celo. Trato de quitármela de encima, pero su insistencia y determinación son avasallantes. La pasión se enciende y la llevo para la cocina, para explicarle la verdad universal sobre la mesada. Y cuando justo estábamos por concretar, entra Superman por la ventana. Sorprendidos, nos separamos rápidamente. Ella salió corriendo con sus ropajes al viento y yo me tiré inmediatamente debajo del mesón y me puse a revisar la cañería, como para disimular. Cuando me levanto, lo veo a él, el dueño de casa, con los brazos cruzados y su mirada de acero. "Viejo, tenés un problema grave acá en la cañería, se te va a taponar todo. Cuando le dije a tu mujer, se puso re mal y salió corriendo", le dije, e increíblemente, se lo creyó. Luego, nos fuimos al living, para dar inicio a la interviú.



ENTREVISTA CON SUPERMAN


M: ¿Puedo ser directo con las preguntas?
S: Por supuesto, su deber es informar con objetividad y precisión...
M: ¿Qué tal es Luisa Lane en la cama?
S: (abriendo mucho los ojos) ¡¿Queeeeee?! ¡Usted es un desubicado!
M: Pregunto nomás... ¿es medio gato o no arranca?
S: (engranando) ¡Usted me está tomando el pelo! ¡No se pase conmigo!
M: (indignado) ¡Ah claroooooo! El señor tiene superpoderes y se la agarra con los débiles. ¡Yo no nací en Kriptón! ¡Yo soy terrícola! ¡Yo no tengo superpoderes!
S: Bueno, pero entonces no te desubiques...
M: Mirá Superman, voy a poner las cosas en claro. ¿Escuchaste hablar alguna vez de la libertad de prensa?, porque...
S: Si, incluso yo soy reportero y respeto eso, pero hay límites que nunca...
M: (dándole una bofetada en el rostro) ¡Dejame terminar!
S: (furioso, sorprendido y colorado) ¡Pero!
M: ¡Chito mierda! Acá el que hace las preguntas soy yo. Mejor cambiemos de tema. Usted acá en la tierra es un superhéroe, pero convengamos que en su planeta es un nabo del montón. ¿No sería como estafar a la gente? ¿Acaso usted se cree mejor que un bombero, que es humano al 100% y arriesga su vida por los demás, sin superpoderes ni nada? ¿Qué méritos tiene usted? ¿Qué aporte hace usted para la humanidad? ¿Acaso tiene la cura para el cáncer o la caída del cabello?
S: No, pero creo...
M: Con creer yo no pago el alquiler...
S: Pero yo pienso que hago mucho por la gente, siempre doy una mano en los desastres naturales, ayudo a los débiles, incluso he salvado a la humanidad de la extinción...
M: ¡Ah buehhh! ¿Se cree Dios ahora? ¿Quiere que me arrodille y le cante alabanzas?
S: (confundido) ¡Yo no dije eso!
M: (gritando) ¡Pero lo da a entender! ¡Quiere marcar diferencias con los humanos, es más se esfuerza por hacerlo, y se olvida que este planeta lo cobijó cuando su planeta de porquería explotó como un pedo en una bolsa y mató a toda su familia!
S: Son recuerdos tristes, por favor...hace poco fui a mi planeta, a ver los restos, para reafirmar mi identidad...
M: Si me enteré, me dijo Batman...
S: ¿Y él como supo?
M: Parece que Luisa Lane le contó. Yo no quiero armar enjundia pero me da la impresión que cuando usted no estuvo, él se metió en la baticueva de Luisa Lane, jajaja
S: ¡Eso no puede ser!
M: No, era una broma...
S: (desorientado) ¿De verdad?
M: Seeeeeeee... ¿hablando de Batman, que tal la relación por estos días, porque siempre hubo como una cosa de competencia entre ustedes?
S: Nunca fuimos amigos, sólo tenemos una relación laboral.
M: Igual, ¿no le da un poco de envidia que él sí sea humano 100% y tenga igual o más poderes que usted, y que la gente lo respete; no como usted que se tuvo que venir de otro planeta y encima siempre lo critican y lo amenazan con meterle kriptonita en el café?
S: No me parece que sea así...
M: ¿Cuál de los dos la tiene más larga?
S: ¡¿Queeeee?!
M: Sí, ¿cuál de los dos la tiene más larga? Ustedes se ven el vestuario de la Liga de la Justicia, imagino que ahí habrán hecho un concurso para ver quien la tiene más larga y quiero saber si Batman la tiene más larga que usted.
S: ¡Yo no le voy a decir cuanto mide mi pene!
M: ¡Yo estaba hablando de la capa!
S: ¡Ahhh!
M: (riendo en la cara del propio Superman) ¡jajaja, así que le anduvo mirando el pito a Batman… jajajaja, que maraca! ¿Cuándo dicen que usted es "más rápido que una bala", no querrán decir que es "rápido como un bala"?
S: ¡Por favor! Cambiemos de tema...
M: Bueno, bueno... ¿cómo anda la cosa con Lex Luthor, que siempre lo anda queriendo matar y nunca lo mata y usted siempre le perdona la vida? ¿Cómo es el tema, hay algún negocio turbio entre ustedes?
S: ¡Por supuesto que no! Pasa que siempre he querido pensar en Lex como un buen hombre que está confundido. Batman, por ejemplo, piensa que es "un pelado comilón al que hay que darle una buena tunda con un caño de una pulgada", según sus palabras textuales, ¿y quien soy yo para contradecir a Batman?
M: Nadie. Otra cosa...hace unos años, yo vi en una revista que usted se murió, y que luego resucitó. ¿Por qué se anda haciendo el Jesús ahora? ¿Es usted un hombre religioso?
S: Sí, en mi planeta yo provenía de una familia muy religiosa.
M: ¿Es cierto que la religión kriptoniana los obliga a tatuarse una foca en los testículos?
S: ¡Eso es una blasfemia!
M: No, es una broma.
S: Ahhhh...
M: Sos medio suavecito vos loco. Con razón Luisa Lane anda buscando salamines en otra carnicería.
S: Pero sí es vegetariana, ella no come derivados de la carne.
M: No claro, por supuesto que no. ¿Planes inmediatos para el futuro?
S: Ahora estoy saliendo para detener un terremoto en Kirguiztán.
M: Andá nomás, no te quiero hacer llegar tarde.
S: Bueno, voy yendo. ¿Sabés salir?
M: Sí, andá tranquilo, yo salgo y cierro.
S: (apretón de manos) Gracias, muy buena la entrevista (y sale volando por la ventana).
M: (relajado) ¡Luisaaaaaaaaaaaaaa! ¡Tu marido ya se fue!

El reclamo de un pariente
"Yo soy primo segundo de Kal-El"

Alejandro Daniel, el joven que embistió a un vacuno con su bicicleta, asegura que es primo segundo del superhéroe kriptoniano y reclama una compensación económica de 60 pesos y un par de zapatillas blancas, marca Pony, "con abrojo", según especificó en un documento legal que ya está en manos de la justicia. "Soy el héroe de la gente", asegura.