27 junio 2006

PROBABLE EFEBOS DE LA SEMANA...

Hello! Hoy voy a presentar una edición distinta, ya que el otro día me mandaron un mail solicitando mi consejo para galantear a una mujer y así conseguir sus favores. Sinceramente, mucha idea sobre el tema no tengo, sobre todo si tenemos en cuenta que a mi novia le pago por quincena y le tuve que poner Obra Social y ART para que salga conmigo. Sin embargo, jamás rehusaré la oportunidad de ayudar al prójimo. Así es que me veo en la obligación de versar sobre el tema. Para ello, voy a guiarme por el viejo adagio “el burro no tiene relaciones sexuales por burro, sino por insistidor”. Teniendo en cuenta tan acertado apotegma , he ideado los “Once elucidarios para conquistar una dama”, un documento de incalculable valor elaborado para aquellos que no tienen suerte con las féminas. Eso sí, tengan en cuenta que esto puede fallar, aunque modestamente, es bastante improbable. Lo cierto es que si usted sigue a rajatabla los puntos abajo detallados, seguramente se hará con la mujer de sus sueños. Sin embargo, reitero, puede fallar (posibilidad menor al 0.8%), así que de yapa les dejo el inestimable “Subterfugio del Punto 11”, realizado por mi querido amigo el Chamán Wenke, que brindará solución en los casos desesperados. Hecha la intro, ¡a vencer, burros!

Once elucidarios para conquistar una dama
Punto 1: Lo principal es seleccionar una dama a la cual cortejar. Una vez definida la hembra, el macho deberá hacer lo posible por captar su atención, pero sin parecer desesperado, porque como dice el famoso científico británico Tome Sprite “las mujeres olen tu desesperación” (sic). Por eso el macho deberá averiguar, con gran discreción, el mayor caudal de datos personales de relevancia: mail, teléfono, dirección, lugar de trabajo, domicilio de amistades etc., a los fines de realizar una investigación meticulosa que ayude a alcanzar una conquista efectiva.

Punto 2: Es hora de comenzar a rondar como perro hambriento los sitios que la dama frecuenta. Es probable que notemos que tiene una cierta simpatía por algún otro masculino. Es imperante en estos casos definir prontamente la superioridad del macho alfa, o sea, usted. Para eso nada mejor que contratar un asesino o un gurka desocupado. Recuerde: no enfrente sus problemas, elimínelos. En caso de que la dama en cuestión tenga inclinación a la tortilla, todo dependerá de sus gustos particulares. Si le molesta, elimínela también.

Punto 3: Ya es momento de darnos a conocer. Envíele un mail con la siguiente inscripción: “Se me está quemando el caldo y nadie me apaga el fuego, la olla, pronto va a hervir”. No dé mayores explicaciones. Esto despertará el interés de la fémina. Repita el procedimiento cada tres horas durante tres días.

Punto 4: Es el gran momento. Usted debe lograr acercarse a ella. Para lograrlo, nada mejor que un encuentro casual. Atropellarla con un Falcon mientras cruza la calle siempre es efectivo para provocar la situación amorosa. Si no tiene auto, lo mejor es subirse a un árbol, esperar que pase y arremangarle con un rifle 5 1/2 potenciado en las gambas. Cuando la hembra caiga retorcida del dolor, usted se acerca y le pregunta “Que te pasó, te puedo ayudar en algo flaca”. Recuerde mostrarse poco interesado. También suele ser efectivo tratar de intimar con la madre o la hermana, pero esta técnica suele presentar complicaciones porque quizás la hembra sea huérfana o hija única.

Punto 5: Compre una gaseosa y distiéndase, lo más importante ya está hecho. Si la primera vez el encuentro no funcionó, no debe desanimarse. Recuerde, las hembras muchas veces gustan de hacerse las difíciles o desentendidas, para captar aún más su atención. Usted debe esperar. Quizá la providencia le depare una mujer mejor. Siéntese en la plazita y aguarde.

Punto 6: Llegados a este punto, debemos recurrir a técnicas más persuasivas para lograr nuestro objetivo. Debe aclararse que estás prácticas requieren de pericia y habilidad, pero el valor es fundamental. Como primer paso, busque a la dama seleccionada para compartir su lecho y su vida, acérquese sin motivo aparente y diga su nombre al revés. Luego váyase al trote. Esto le hará pensar a la doncella que usted es extranjero y sabe hablar otro idioma, lo cual sin duda la atraerá. Por otra parte, hay una razón psicológico-dialéctica: al escuchar su nombre al revés se activarán diversas zonas de su cerebro, su hipotálamo liberará endorfina y aumentará la líbido progresivamente.

Punto 7: Ahora que ella está muerta por usted, pero no lo conoce y la curiosidad la está carcomiendo, usted debe darse a conocer en una situación especial. Dos alternativas son posibles: heroísmo o lástima. Para el primer caso, ella lo tiene que ver como un macho alfa hiperseguro, para ello pague a un amigo para que la atropelle o la asalte y usted la salva y ahí nomás le parte la boca. Para el segundo caso: fracase, muéstrese humillado y trate de que ella se entere. Incluso puede pagar a alguien para que lo golpeé o simplemente provoque una pelea desigual para que le dejen los ojos en compota. Ahí solicite sus cuidados y mimos y ella caerá muerta ante su condición de macho omega golpeado. En el tiempo de recuperación trate de parecer tierno y sexy a la vez, pero sin perder la hombría (ej: prepárese un potingue de actimel con L Casei Defensis y un chorro de fernet).

Punto 8: Si para esta altura no hay buenos resultados amorosos deben tomarse medidas extremas. En primer lugar, la cercanía es fundamental. Por eso, busque cualquier excusa para mudarse a la casa de ella. Si no es posible, múdese al lado y pida trabajo en el mismo lugar que ella. Perseguirla todo el día como sombra también es aconsejable. Para reforzar, no olvide enviarle diariamente el siguiente mail: “Se me está quemando el caldo y nadie me apaga el fuego, la olla, pronto va a hervir”.

Punto 9: Si las cosas se ponen difíciles, es probable que la hembra desactive su cuenta de correo, así que insista con la frase “Se me está quemando el caldo y nadie me apaga el fuego, la olla, pronto va a hervir”, pero en esta ocasión escríbasela con aerosol en la puerta de la casa. Intente una vez más por las buenas. Una atractiva opción es secuestrarla durante varios meses. Es bien conocido el “Síndrome de Estocolmo” por el cual la víctima queda “cautivada” por su captor. Para lograr esto es mejor mostrarse violento por momentos y luego explicar tiernamente, que usted es así porque perdió a muchos amigos en la guerra. Es fundamental en estos casos que la dama esté convencida de que usted no tiene ningún tipo de deseo sexual, para no atemorizarla. Para lograrlo, usted comente con detalle como perdió parte de su pene en una explosión o un accidente con su arma.

Punto 10: Como alternativa final es indispensable llegarse hasta su lugar de trabajo con 12 kilos de dinamita en la cintura, blandiendo un detonador y exigiendo amor eterno para no hacer volar todo el “fucking building” . Eso sin duda hará que caiga rendida a sus brazos pues ella pensará “es macho alfa y es un hombre decidido y fértil que querrá procrear. Me voy a ir con él y lo voy a amar por siempre, dándole muchos y robustos críos. Amén”.

Punto 11: Subterfugio del Chamán Wenke: “Mirá que so abombau, vo ya no tené cura pibe. Si depué de todo eto no te agarrates todavía a la minusa, e que so má boludo que la palomas, así que mejor e pa vo que te convierta a paganini y que te vayé de visita a un lupanar o casa e tolerancia y tratá ahí sin tanto espamento y con la plata en la mano. Eso sí, lavate pibe y cuidau con la blenorragia”.

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