09 junio 2008

ALTA COCINA INTERNACIONAL

UN RICO PERRO: DELICIA ASIÁTICA
Hoy, me he propuesto conozcan un platillo proveniente del arte culinario asiático: perro con verduras a la cacerola, un platillo milenario de las étnias de oriente próximo.
Ya Parmenión, el más grande de los estrategas de Alejandro Magno en su campaña de conquista del imperio asiático, proclamó a los cuatro vientos las virtudes de este célebre platillo, al acuñar la famosa frase, pronunciada luego de una intensa escaramuza: "Esta noche, para celebrar la victoria, me tomo un tinto con agua, me entubo un pebete ateniense y me lastro un perro a la cacerola".
Obviamente, para comer no se usaban los "perros mascotas", sino los "perros vagabundos" que siempre estaban dispuestos a subirse a las cacerolas. Lamentablemente, hoy en día es difícil encontrar un perro vagabundo que no tenga gusto a caño de escape de tanto dormir echado abajo de los autos, por lo cual hay que recurrir a los perros de raza. Afortunadamente, la genética ha logrado avances muy importantes y nos ha deparado gráciles razas caninas, que son perfectamente aptas para la preparación de los más delicados platillos.
Sirva el ejemplo del caniche toy, un perrito simpático en el hogar y que es ideal para el "vuelta y vuelta a la sarten, con vino blanco", porque como es chiquito entra entero, y también es fácil de convencer, algo que no resulta tan simple con un perro policía, que tiene "buen olfato" para detectar el peligro.
Asimismo, los perros salchichas son aptos para el relleno de la tarta pascualina, y para el estofado con cebolla no hay perro más gaucho que el cocker. Un detalle: las orejas de cocker maceradas en aceite de gato prensado y con un toque de chimichurri, son una delicatessen ideal para anticipar el plato principal.
Sin embargo, a no chuparse los dedos de antemano, porque hay leyes que prohíben cocinar a los perros. De todas maneras, yo doy la receta igual y mi fiel Pampa, que también es un amante de la alta cocina, me servirá de modelo para mostrar como queda el platillo ya terminado.
Perro con verduras a la cacerola
Se requiere un perro mediano, preferentemente cachorro, porque resulta más tierno. Cualquiera raza sirve, aunque se recomienda el Golden Retriever, ya que como son muy confianzudos, son más fáciles de llevar hasta la olla.
Ingredientes (para unos 20 comensales)
Un perro - Una cacerola más grande que el perro - Una hornalla - Verduras - Pimentón
Preparación: Visualice el plato terminado. Saboréelo. Piense en lo bien que va a quedar con sus amigos con este platillo. Escuche los aplausos. Ahora sí. Penda el fuego en moderado. Apague la manga que se le prendió fuego. Ahora apague la otra manga. Todavía no agarre la pimienta. ¡No se pase el pimentón por los ojos! Corra al baño. Lávese con agua fría. Vuelva a la cocina. Coloque la olla en el fuego. Coloque las verduras en la olla. Recuerde destapar la olla antes de poner las verduras. Junte las verduras que se cayeron. ¡No se toque los testículos con las manos llenas de pimentón! Vaya al baño. Lávese convenientemente. Vuelva a la cocina. Ahora sí, ponga las verduras adentro de la olla ¡ojo con tocarse los testículos! Perfecto. Llame al canino. Deje que se aproxime. No lo acaricie, para no crear lazos de intimidad. Levántelo y métalo de prepo en la olla. Llame al vecino para que le ayude a levantarlo. ¡No lo deje escapar! ¡Corra a ese perro por todo el barrio! Esquive a la ancianita con el changuito del almacén. No cruce la calle sin mirar. Esquive a ese auto que viene de frente. Explíquele al dueño del Mercedes Benz que usted no es el dueño del perro, que sólo lo quería comer y que usted no tiene por qué pagarle el abollón y que no lo moleste o la va a pasar mal. Esquive los golpes al mentón. Quédese tirado en el piso hasta que el tipo se vaya. Inscríbase cuanto antes en un curso de artes marciales para que no lo vuelvan a humillar así. Vuelva a correr al perro. Agárrelo. Póngale la correa. Llévelo hasta la casa. Quítele la correa. Ubíquelo adentro de la olla. Haga caso omiso de los ladridos, recuerde el adagio: perro que ladra no muerde. ¡Este si muerde! ¡Perro chot...! ¡No se deje morder mas! ¡Deje escapar al perro! ¡Corra al botiquín a buscar agua oxigenada y muchas gasas! Límpiese las heridas. Llame al veterinario. Pregúntele si el can estaba vacunado contra la rabia. ¡Apague la hornalla! ¡Por Dios, llame urgente a los bomberos! Quédese fuera de la casa hasta que apaguen el fuego. Aprenda de una buena vez a no molestar a los perros. Si tiene hambre mejor pídase unas empanadas. Ahora sí, si quiere y mientras espera , rásquese un huevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahhh me oriné de la risa.
(literal)