15 mayo 2009

ÑAÑAÑAÑAÑAÑAÑAÑA

Bolví. Voy a hacerla corta. Aunque podría inventar cientos de excusas absolutamente creíbles explicando los motivos de mi aletargamiento (como que me contrató la CIA para arreglar unos calefones que andaban mal), no lo haré y voy a dar la cara: estuve deprimido.
Si, así como lo oyen, no sólo soy una máquina sexual, también tengo sentimientos. Así que anduve deprimido, extrañando a mi patria y los gauchos que allí quedaron. Y en ese estado, me agarré de nuevo de la botella de Jack Daniels, y justo al lado de la botella había una bolsita con unas cositas de colores y en fin, estuve mucho tiempo en un lugar maravilloso, lleno de dragones que escupían tomates y gente con forma de tiras de costilla.
Y hubiera seguido así, si no fuera porque hoy abrí el facebook, y observé este mensaje de mi esposa en mi muro:

"a ver si todos se enteran de la verdad de la milanesa.... yo trabajo todo el día como una "foca" para llevarle el pan a mi maridito que se la pasa todo el día sin hacer nada, porque como amo de casa es pésimo... en fin... la cuestión que cuando llego al depto, cansadísima por supuesto, se prende de mi cartera para sacarme los pocos euritos que tengo... en que los gasta? nadie sabe, solo sé que esta muy de amigo con un paqui de la rambla que vende nos sé que cosas raras. Y encima por las noches se dedica a filmar videitos pornos con las negritas de la carrer roca! Conclusión... ME QUIERO DIVORCIAR, URGENTE... Por favor AYUDA!"

Debo de decir que no me enorgullece mi proceder. Después de esta declaración de mi propia esposa en un lugar de acceso público, abrí los ojos. Y ahora, exactamente a las 20:01 hora española, estoy escribiendo estas líneas aguardando que llegue de su trabajo para decirle “lo lamento mi amor”, mientras con la otra mano le clavo una tramontina entre los riñones, por desubicada.
Luego, tengo planeado quitarle el dinero mientras agoniza, y correr hasta el mar y de ahí, a la libertad, a nado hasta Marruecos, si señores, a lo Humprey Bogart, me voy a vivir a Çasablanca. Pero eso es recién dentro de dos horas, así que mientras tanto, voy a escribir el guión de una película, cuya idea me disparó un comentario de Don Chicote:

GUION PARA PELÍCULA DE CINE INDEPENDIENTE

“La rebelión de los chanchos”
La acción comienza en el selva que bordea la península del Yucatán (México), territorio antiguamente ocupado por el imperio Azteca. La cámara viene por encima, bordeando árboles y entre los claros, se ve a una manada de bambis que corren asustados, mirando continuamente para atrás. Ahí hay un zoom al ojo de un bambi y SE VE EL TERROR EN SU MIRADA. La cámara se ralentiza y se empiezan a ver explosiones alrededor y se ve que los bambis son perseguidos un jeep preparado con un montón de armas a los costados y por tres cuatriciclos con ametralladoras. El jeep lo maneja el cerdito Porky y los cuatriciclos son conducidos por los tres chanchitos del cuento del lobo que les sopla la casita. La persecución continúa, algunos bambis se quedan atrás y los chanchos los pasan por arriba con los coches y les derrapan encima. Vuelan las entrañas y varias cámaras se salpican de sangre. En eso, sale de entre los árboles el chancho Babe manejando el De Lorean de Volver al Futuro, pero al que le adaptaron un cañon láser en la punta y les empieza a arremangar a los bambis. Ahí hay un espectacular juego de cámaras que muestran a los bambis volando a la mierda, hechos mil pedazos por la potencia sin igual del cañón, mientras se escucha de fondo la risa de los chanchos así “joi joi joi joi joi” y el tema de Jim Morrison “I´ts is the end”.
En eso todo se para y quedan dos bambis nomás que son los últimos en el mundo y los chanchos los encierran en un claro de la selva y dan vueltas alrededor con los vehículos. Son Bambi y su mama. Bambi es chiquito y es re cagón y le tiemblan las patitas, y su mamá se para como enojada y le grita a Babe “Gordo choto, por qué nos cagás la verga si nosotros no te hicimos nada”. A lo que Babe le responde con una escupida en la frente, para luego detenerse frente a ella y decirle “No te voy a dar explicaciones a vos, maldita hippie”, mientras pela una 9mm y les dice “Miren, voy a ser buena onda y voy a dejar vivo a uno de ustedes, elijan a quien hago cagar”. “A mi mamá” responde Bambi sin dudarlo, pero enseguida empieza a llorar y a retorcerse de dolor por su comportamiento de marica, pero igual aunque está muy arrepentido, sigue repitiendo entre sollozos “matala a ella, yo soy muy chiquito, tengo toda la vida por delante”. Entonces Babe carga la pistola, y le mete dos corchazos a la mamá de Bambi, que se desploma. Ahí hay un primer plano a la cara siniestra del Gordo Porky, lugarteniente de Babe, que se ríe cruelmente y se le ve la boca llena de dientes negros porque fuma opio tailandés. Después todos se suben a los vehículos y se las toman. Ahí viene un primer plano desde arriba con la madre de Bambi tirada en el piso y al lado el pobre Bambi grita a los cuatro cielos y jura venganza, a la manera de los bambis, pegándole cabezazos al cadáver de su difunta madre.
Después están en un bar Bambi y un grupo de mercenarios que ha contratado con la herencia que le dejó su mamá, sin que nadie sepa de donde la sacó (eso se resuelve sobre el final de la película). Los mercenarios que Bambi contrató son Rambo, Terminator y El Mariachi. Bambi está vestido con el traje de supermán, que se compró para sentirse poderoso.
Están todos en un bar de mala muerte, en las afueras de Tijuana tramando como emboscar a Babe y su banda de porcinos y en la radio suenan temas de Talía y todos transpiran. En el bar también hay mujeres de cascos ligeros (interpretadas por Carmen Electra, la Cuccinota, Angie Cepeda, Mónica Belluci y la mujer de Barack Obama, que la usan para hacerle asquerosidades porque tiene tres tetas). En eso, bambi se hace el pistola y se va a la barra y le pregunta al barman (interpretado por Benicio del Toro) si sabe donde se oculta Babe. Pero el barman resulta que no sólo es secuaz del gordo Babe, sino también un ex sacerdote azteca y pela una piedra de sacrificios que tiene escondida en la barra y le dice “Ahora te voy a sacrificar a Teccloatzlolol Dios de la levadura y la cebada que da de beber a nuestro pueblo. Tu no detendrás los planes del Gran Sacerdote Babe” y levanta la piedra para partírsela en la cabeza a Bambi, pero viene el Mariachi y le parte la guitarra en la espalda. Ahí explotan un par de cosas en el bar, y con un juego de cámaras rápidas se ve una pelea monumental. Todos se cruzan a las piñas, mientras Rambo, que estaba curtiéndose a la Belucci en un cuartito, sale y empieza a los tiros, sosteniendo con una mano la AK 47 automática que le regaló el papá cuando cumplió los 16, mientras en la otra sostiene a la Belucci que está arriba de él teniendo orgasmos múltiples, mientras de fondo se escucha un tema de Céline Dion, ponele que el de Titanic. A todo esto, bambi, está debajo de una mesa, porque todavía no superó su problema de cobardía y tiene miedo y tiembla entonces se ve que la escena se difumina y aparece Bambi como en un sueño corriendo con su mamá y en eso viene Babe corriendo con metralletas envés de brazo y los recaga a tiros y se mueren. Bambi despierta de repente en la habitación de un hotel de mala muerte, todo transpirado y se da cuenta que estuvo soñando de nuevo la mama, así que jura venganza total.
Después ya están todos listos para el ataque y están llegando a la selva donde se ve un campamento tipo el de Desaparecido en Acción IV. La imagen muestra adentro del campamento y están ahí Babe con una toga sacerdotal azteca revolcado en su chiquero junto a Porki y los tres cerditos del cuento, que le meten mano por todos lados a Peggy (interpretada por Mirta Busnelli). Ahí, Babe saca de una bolsa de cuero una cabeza de serpiente tallada en cristal por los aztecas y dice a sus secuaces: “Acá adentro está la gripe de los chanchos, la vamos a tirar por todos lados, los humanos se van a morir y luego gobernaremos el mundo y todos vamos a andar en una Ferrari. Ahora, que ningún peligro nos acecha y que nadie puede detenernos, celebremos con una orgía”. Y ahí viene la escena de sexo donde todos se encaman con Peggy. Pero justo se escuchan unas explosiones y vuela el campamento a la mierda y se ve que entran los mercenarios y Bambi con su traje de Supermán. Ahí quedan todos sorprendidos. Pero Bambi, que está decidido a tomar venganza dice: “Hola genitales de grasa, vengo a acabar con tu reino del terror y a vengar la muerte de mi madre y de paso a acabar con tus planes de dominar al mundo”. Y sale corriendo adelante para matar a Babe, pero el Gordo Porky lo frena de un puñetazo en la pera y bambi cae. Ahí se arma rosca de nuevo y todo explota y la cámara se aleja y se ve la selva y todo que explota y en eso, en el medio de las explosiones, sale un Jet de combate del mar de llamas y hay un zoom que muestra que lo pilotea Babe. Y de atrás, se ve que también sale algo volando, pero no es un avión, no es una bala, es el ciervito Bambi, que adquirió los poderes de Supermán gracias al traje. Después vienen unas escenas de persecución en el aire hasta que Bambi se pone arriba de unas de las alas del jet y se agarra el bulto en gesto de burla. Después le pega una trompada a la cabina del jet, que se despresuriza, y entonces Babe se tira en paracaídas. Y viendo que tiene todo controlado, Bambi va y le corta las cuerdas del paracaídas para que la muerte de Babe sea lo más horrible posible.
Pero en eso, se queda sin poderes y entonces se agarra del cuerpo de Babe, que todavía tiene el paracaídas de emergencia. Y entonces Bambi pela una pistola y le apunta y está este diálogo, mientras caen al vacío:

Bambi: -(temeroso) “¡Gordo, abrí el paracaídas o nos matamos”.
Babe: - (sobrándolo) Ni en pedo. Forro
Bambi: - (Amenazante) Abrilo o te rajo un tiro gordo, te digo denserio.
Babe: -¡No tenés las huevos para pegarme un tiro!
Bambi: -Ya sé, y tampoco tengo balas. Dale gordo, te perdono lo de la vieja, por favor, abrilo.
Babe: -No lo voy a abrir, prefiero que nos matemos, quiero que todo esto acabe. Ya no soporto más tanta tragedia familiar.
Bambi: (sorprendido) -No te entiendo loco, ¿que decís?
Babe: -¿Nunca te preguntaste de donde recibiste la herencia para los mercenarios?
Bambi: -No, como vino de arriba, no pregunté.
Babe: -¡Era mía! ¡La heredaste de mí! Bambi, yo soy tu padre. Yo estaba muy enamorado de ella, pero me dejó por un Búfalo que era actor de cine, se llamaba Búfalo Bill.
Bambi: - (confundido) pero… pero…. pero… entonces….

PLUFFFFFFFFFFFF. Padre e hijo se estampan contra el piso. Se quiebran todos los huesos, no se pueden mover, sólo hablar. En eso Bambi ve que su padre tiene la cabeza de serpiente de cristal con el virus de la gripe de los chanchos, y le dice: “Papi, no hagas eso, no desates tremenda destrucción sobre la humanidad. Sé bien que tratan a los chanchos como bienes de consumo, pero debes perdonarlos padre mío. Dales una oportunidad”.
Entonces Babe, piensa las palabras de su hijo, lo perdona y le dice: “Hijo, me has enseñado a amar. No voy a largar el virus”. Entonces Bambi de la emoción se retuerce y pega una patada hacia adelante y le tumba el cosita del virus y la cabeza de serpiente rueda por las rocas (la cámara la va siguiendo) y se rompe y se ve que sale como un humito verde. Babe lo mira a su hijo, y le dice: “Pendejo, sos un pelotudo, te hubiera metido un tiro cuando pude”. Ambos se quedan mirando y en eso se ve como el humito verde penetra en sus narices y ambos comienzan a retorcerse y a echar pus por la boca y se mueren. Después la cámara se aleja, mostrando como el humito verde se expande por todo el planeta hasta hacerlo explotar. Fin.

Y para rematar, un perturbador chiste de terror:
Entra un chabón a una carnicería y le dice al carnicero:
-Quiero una buena tira de costillas para un asadito. Algo bien tiernito y sabroso.
El carnicero lo mira y le dice:
-¿usted hace deporte?
-Si, voy al gimnasio, y fútbol los sábados con los amigos.
-¿y se cuida en las dietas?
-Si, trato de comer sano.
-¿cuántos años tiene?
-En abril cumplí 29.
Y entonces el carnicero salta por encima del mostrador con una motosierra y le arranca todo el costillar derecho al chabón. Después lo pesa, lo pone en una bolsa y mientras lo deja sobre el cadáver le dice: “Serían quince pesitos”.

3 comentarios:

Chicote dijo...

seeeeeeeee!!! volvio la locura absoluta!!! moooy buena Don Mig!! me gusta la parte en donde se le descargan los corchazos, la de la orgia con la Busnelli y cuando al cagon del Bambi le da la cacarela y la manda a la madre al frente....una ves mas un relato limpito y totalmente traido de las mechas como nos gusta!!!!

cristofero dijo...

Vamos loco!!!

Mig sos la aceituna en mi porción de pizza!!!

Yo dijo...

No se si sera mi imaginacion, o lo bien escrito que esta. Pero como flashie con la historia.
Hasta me emocioné al saber lo del parentezco!

(no digo bien que es, para no cagarle el final a nadie :P)

Exelente otra vez mas el post