Este es Alejandro Daniel, mi amigo de toda la vida que, harto de dejar el sueldo en whiskerías de mala muerte a un lado de la ruta 70, quiere ahora sentar cabeza y encontrar una mujer que lo ame con la cual compartir su vida. Alejandro Daniel no tiene hijos, pero tiene un cuí de mascota que es casi como su primogénito, no sólo por su apariencia, sino también por el amor que le profesa. Él mismo me dictó las palabras con las cuales quería conquistar a una dama, pero como no tiene todos los dientes y una traqueotomía lo obliga a salivar constantemente, no le entendí mucho. Da igual, yo lo conozco y la verdad, es un buen partido. Es muy tierno y cariñoso, trabajador y laborioso. Que sufra sarnilla en sus partes nobles es un dato menor. Ojalá alguna mujer sepa valorarlo.
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