06 diciembre 2006

NUEVO MANUAL DE CONDUCCIÓN PARA EVITAR ACCIDENTES DE TRÁNSITO...

Tiempo atrás, está página había abordado una problemática que afecta y mucho a los argentinos: se trata de los funestos accidentes de tránsito, que año a año se llevan más gente que el cáncer.
Lo cierto, es que por aquel entonces, mi amigo y colaborador personal el Licenciado Amaranto Termidor, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid supo diagramar una extraña teoría que fue presentada aquí en efebos, la cual intentaba reducir los accidentes de tránsito al mínimo. La teoría formulada era la siguiente: "El 100% de los accidentes de tránsito se produce en la calle. Es así, que mientras más tiempo pasamos en la calle, mayor es la probabilidad de sufrir un accidente de tránsito. Por otra parte, mientras más rápido conducimos, menos tiempo estamos en la calle; o sea, a mayor velocidad, menor el tiempo de exposición y entonces, menor la probabilidad de accidentarse. Por otra parte, los estudios revelan que el 35% de los accidentes los ocasiona gente que ha consumido alcohol, así que los que no consumen alcohol, ocasionan el 65% del total de accidentes. Conclusión, para evitar accidentes, hay que ir a fondo y en pedo".
Luego de formular este controversial postulado, el Lic. Termidor consiguió que una destilería de brandy inglesa financiara su experimento y así partió hacia Londres, decidido a comprobar la veracidad de su teoría. Lamentablemente, su hipótesis era contundente en la especulación, pero no en la práctica, y al cuarto día de pruebas, el Lic. Termidor fue arollado simultáneamente por dos colectivos (esos rojos dobles) y un trolebús. Por suerte, no está tan mal como uno puede suponer y los médicos son optimistas; es probable que un par de años recupere el habla y en una década la motricidad de sus miembros inferiores.
La cosa es que a raíz de este experimento fallido, el Lic. Termidor recibió el ataque de la comunidad científica internacional, aunque para mí, la tentativa se malogró al no tener en cuenta que allá conducen del otro lado.
Bueno, la cosa es que antes de que ocurra este desgraciado accidente, el famoso catedrático me envió un informe titulado "Mejor prevenir que curar" donde aborda nuevos aspectos de la problemática de los accidentes de tránsito y brinda algunos consejos para llevar adelante el "manejo defensivo" una nueva teoría en la que estaba trabajando, para evitar accidentes. A continuación, la parte más potable de este informe, que promete salvar vidas:


Distancia entre autos: Tanto en ruta o en ciudad, se deben mantener al menos dos segundos de distancia con el vehículo que va detrás nuestro. La forma práctica de calcular esto con precisión es clavando los frenos imprevistamente y contar mentalmente hasta sentir el impacto del otro vehículo en el paragolpes trasero. Si son menos de dos segundos, acelerar; si son más, disminuir la velocidad. Reitere el procedimiento para estar seguro.
Espejos retrovisores: Vitales. La forma adecuada de regular los espejos retrovisores es de manera que se puedan ver los laterales del auto. Lo ideal es manejar mirando por los retrovisores y a su vez colocar dos contraretrovisores a la altura de las puertas traseras, para ver si viene alguien de adelante.
Choque frontal: Lo mejor es evitarlo. Si no se puede, trate de acelerar al máximo, para que la fuerza del impacto se traslade al otro vehículo... salvo que el otro vehículo sea un camión o una topadora, con lo cual, lo mejor es ser un tipo religioso o conductor de rally.
Prevención de choque frontal: Muchas veces, al ir manejando por la ruta, intuimos que el vehículo que viene enfrente nos va a chocar. En esos casos, lo mejor es no arriesgarse. Por eso, lo aconsejable es tomar la iniciativa y encararlo con el auto, aumentando paulatinamente la velocidad. De esta manera, es probable que atemoricemos al demente conductor y lo obliguemos a tirarse a la banquina y desistir de su criminal intención de chocarnos.
Frenos: Completamente innecesarios. Estudios recientes confirman que frenar aumenta las probabilidades de que nos choquen de atrás, así que lo mejor es evitar frenar. Incluso, expertos aseguran que es mejor viajar con los frenos cortados o en mal estado. Es preferible un choque lateral o un derrape a andar frenando a cada rato y poner en riesgo la vida de terceros.
Luces de giro en rutas y autopistas: Rematadamente inútiles, porque en la gran mayoría de los casos, las luces de giro no logran distinguirse. Lo mejor entonces es encender bengalas de colores, las cuales deben arrojarse sobre el capó del vehículo de atrás, para alertarlo convenientemente sobre la intencionalidad de giro.
Matafuegos: Lo ideal es llevar dos. Uno lleno y el otro vacío. El lleno, para hacer frente una emergencia, sofocar el foco ígneo. El otro, el vacío, al ser más liviano, puede servir como arma defensiva ante un criminal ataque de otro conductor. También, ante esta eventualidad, es aconsejable llevar un arma de fuego, preferiblemente a repetición y de gran calibre.
Explosivos: Indispensables. Nunca sabemos cuando necesitaremos de gran poder de fuego. En la ruta hay de todo, incluso terroristas o extraterrestres y lo mejor es acabar con ellos antes de que cometan alguna locura. Para el caso, es preferible circular con el baúl cargado hasta las manos de dinamita o TNT o similar.

Okey, espero que esto sirva para parar con el tema del tránsito. En el informe, deliberadamente, no fue incluido el tema del alcohol porque el Lic. Termidor quería recuperarse e intentar nuevamente su experimento, para comprobar definitivamente si el alcohol es peligroso cuando uno conduce. Por las dudas, lo mejor será abstenerse y aguardar los resultados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante el manual, pero si no se puede chupar cuando uno maneja, entonces andar en auto no tiene gracia.

Anónimo dijo...

ya sé, ya sé, pero igual tenés otras opciones, por ejemplo, envés de chupar... estaría bueno que te la chupen. También podrías fumarte un cigarro de dinamita, que volás como loco...

Anónimo dijo...

Es legal transportar dinamita?