19 septiembre 2008

CUENTOS UNIVERSALES PRE VIDEOS

Prometo hacer todo lo posible para subir los videos el fin de semana, aunque no creo que pueda, porque probablemente tenga que recibir personalmente a la primavera. Así que para que no me traten de vago, les dejo unas historias que escuché cuando era chiquito y que ahora las vuelvo a escribir como me acuerdo, aunque me parece que no me acuerdo mucho.

Rebeus y el valiente
Rebeus era un rico comerciante de la antigua Escandinavia, pero aunque triunfaba en los negocios, no lo hacía en la vida pues lo tomaban por cobarde desde los ocho años, por gritar como jovencita griega cuando se quemó accidentalmente los testículos con aceite hirviendo. Desde ese día, cada vikingo con el que se cruzaba, lo abofeteaba en pleno rostro, muchas veces hasta hacerlo sangrar, para recordarle su feminidad. Junto a su hogar vivía un cazador de Dragones a quien sus vecinos respetaban y admiraban, aunque era un vago. Él, como rico comerciante, daba regalos a sus amigos y compartía el pan y el abrigo con los pobres; mientras su malvado vecino sólo holgazaneaba, vivía de prestado y fornicaba con toda mujer, propia o ajena.
Pero cierto día, cansado del abuso de sus compatriotas, decidió convertirse en un hombre valiente y hacerse respetar, así que retó al hombre más valiente del pueblo, que era su vecino, frente a toda una multitud. Se le plantó enfrente, y le dijo estas palabras: “Yo te reto malvado rufián, para ganarme el respeto de mis pares”. Inmediatamente, el cazador de dragones lo abofeteó en pleno rostro y propinó un salvaje rodillazo a su entrepierna, provocando la caída inmediata del comerciante al suelo. Desde allí, sangrando y derrotado, dijo “¿Puedes explicarme porque tus vecinos te admiran?”; a lo que el cazador respondió: "Me admiran porque me rasco los huevos todo el día y porque las mujeres se calientan con mi profesión y no paro de coger, pedazo de maricón”, y lo mató de un martillazo.

Una lección para tres pillos
El Duque había entristecido. Un acontecimiento negro había desdibujado su alma. Triste y afligido, decidió otorgar un gran premio a quien le devolviera la alegría. Muchos se presentaron, tratando de agradar al Duque con regalos y morisquetas, pero él no hallaba la alegría. Un buen día, tres pillos hallaron en un camino cerca del Ducado, a un enano feo hasta la calamidad y con buena cara de buey. Rápidos en la picardía, comprendieron que ese engendro habría de hacer reír al Duque si lo disfrazasen de bufón y le pusieran unos patines. ¡La recompensa sería de ellos! Fue así que atraparon al enano, lo sometieron sexualmente, y lo enjaularon. Esa misma tarde, lo presentaron en la corte, diciendo que tenían en su poder al engendro más horrible, deforme e idiota que hubiera andado alguna vez en patines. El Duque los recibió personalmente y cuando los tres pillos lo vieron, notaron que era idéntico al engendro que ellos llevaban. El duque reconoció en el engendro a su hermano gemelo perdido cuya partida tanto lo había entristecido. Feliz por volver a verlo, el Rey sonrió y entregó diez hermosas mujeres a cada uno de los tres pillos como agradecimiento, y los mandó a castrar, por pasarse de pelotudos y aprovecharse de su hermano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te cuento que para ser cuentos no andan muy alejados de las realidades humanas presentes...
che y denserio ponete las pilas y subí los videos que tanto venis amagando subir!
Saludos!
Gaby

Anónimo dijo...

vamos vieja con los videos!!! quiero ver como el bufon enano te cepilla en camara!