03 febrero 2011

JOVEN DE ABDOMINALES MARCADOS DENUNCIA QUE LEONARDO DA VINCI TRATÓ DE INVENTAR UNA MÁQUINA DE VIOLAR Y NO LA TERMINÓ PORQUE SE MURIÓ ANTES

Como dijo Peter, “de una flecha, la punta es eso que va adelante”. Y cual saeta certera en el ingenio humano, la vanguardia corresponde a la figura majestuosa de Leonardo Da Vinci.

Sin él, el carpintero no podría atornillar la puerta de la alacena, ni el Capitán Garfio estaría tan contento de haber apuñalado a Campanita con un compás, ni los aliados del 7º regimiento de paracaidistas se hubieran puesto como patitos de feria a tiro de los soldados de las torretas alemanas en la 2ª Guerra Mundial. Sin Leonardo, sencillamente el Rena

cimiento no hubiera sido más que un velorio de vieja, la flecha se hubiera quedado sin punta, sin vanguardia, y hubiera salido para cualquier lado, y envés de pegar en la manzana, seguramente se clavaba en los músculos intercostales del pobre hijo de Guillermo Tell. Sin Leonardo, lo cierto es que la vida hoy como la conocemos sería, ciertamente, muy distinta, y envés de estar rodeados de ondas wi-fi y conduciendo autos que estacionan solos, estaríamos tirándonos caca en la cara como monos.

Sin embargo, tampoco es para tanto. Tampoco para andar diciendo “Uh, si papá, Leonardo Da Vinci, ¡qué hombre por Dios! ¡Con esos bigotazos y ese pelo de poeta soñador!” Tampoco es que el chabón sea una gloria, porque si era tan pistola, entonces ¿por qué se murió? ¿Cómo no se inventó una máquina para no morirse? ¡Groso es Chuck Norris, que se cagó a trompadas con medio mundo y ahí lo tenés, hecho un pibe, con barba y todo, porque él no transa con el sistema y si te señala con el dedo mejor corré, porque te arranca un brazo y se lo come!

Por eso, yo siempre desconfié de Leonardo. Algo no me cerraba en su conducta de pibe bien que no rompe un plato. A mí “no cuadraba el círculo”, y no me refiero al misterio de “la Gioconda” (que, por otra parte, fue revelado hace unos años atrás por el Lic. Amaranto Termidor, colaborador de esta página, quien fue concluyente en su investigación al afirmar que la “sonrisa de la Mona Lisa no estaba correlacionada a fascinaciones alquimistas o reverberaciones místico-teologales, sino que sencillamente, estaba contenta porque le habían prometido un burro si se dejaba pintar, siendo el burro, la mascota más apreciada por las vírgenes doncellas del siglo XV”); sino a la dudosa conducta de Leonardo, que como muchos saben, fue acusado en varias oportunidades de libertino.

Siguiendo esta pista, decidí retomar contacto con Juan y José Macana, la cuadrilla (son dos pero valen por cuatro) de investigadores de Con V de Mondiola, quienes avezados en el arte de la indagatoria, la pesquisa violenta y el robo calificado en nombre de la verdad histórica son, sin dudas, los únicos profesionales que puedo pagar capaces de llevar a buen puerto una investigación de estas características.

Encargado ya el trabajo, hice lo que hace todo hombre que inicia honestamente una empresa: se queda a esperar que otro haga el trabajo y este rinda frutos. Y así fue como, dos meses después, recibo noticias de la pluma de José Macana (él único de los dos hermanos que sabe escribir), quien se dirige a mí persona en estos términos, mostrando la verdad al mundo, le guste a quien le guste:

“Señor Excelentísimo Ilustrísimo Limpísimo e Inteligentísimo Mig:

"Cumplimosraudamente detallando aquí los resultados concluyentes del informe que usted nos encomendara meses atrás. Hemos tardado algo más de lo previsto, ya que a Juancito lo internamos dos días, porque se preparó un Fernet con Yodo Povidona, porque no había más Doble Cola.

En relación al primer punto de la investigación, la respuesta es positiva. Es verdad que los salamines ahora tienen soja adentro, salvo que los compres en el campo, que los hacen como antes, pero los de carnicería, todos tienen más de la mitad de soja.

En cuanto a lo de Da Vinci, la historia concuerda. Es verdad que vivió, pero ya se murió, no sabemos muy bien cuando, pero si quiere se lo averiguamos. Con lo de la máquina de violar, la pegó, usted estaba en lo cierto. Resulta que el “hombre de Vitrubio” lejos está de ser un estudio anatómico de las proporciones humanas basado en los textos del famoso arquitecto romano, sino que en realidad es una máquina para “violar tullidos rubios” (de ahí la síntesis gramatical de Vi-T-Rubio que derivó en la confusión). Pero el asunto parece que es más oscuro de lo que usted pensaba. Ya que no era una idea original de Leonardo, sino un trabajo por encargo. La clave la extrajimos de un fragmento de texto escrito por el propio Leonardo, que mi hermano consiguió haciendo algo que no le puedo contar por respeto a nuestra madre. El fragmento es el siguiente:

“…y es así como queda demostrado que si le ponemos mayonesa, queda más rico. En otro orden de cosas, ya estoy a punto de terminar mi máquina de violar tullidos rubios, a la cual llamaré VITRUBIO, y que me ha sido encargada por el Misterioso Señor X, que no puedo escribir quien es, porque mi vida correría serio peligro, aunque como tampoco soy un cobarde, diré que es un hombre de Dios, como pista por si alguien investiga esto años más tarde, cuando yo ya no corra peligro.

Esta máquina consiste en agregar dos brazos y dos piernas más al Señor X, y meterlo en una rueda gigante que giraría dentro de un cuadrado de chapa de media pulgada que haría de plataforma movible. De esa manera, el Señor X podría violar hasta cinco pibes tullidos rubios simultáneamente, haciendo girar la rueda con unos rulemanes. Las manos son para agarrar más fácil a los pibes antes de que se escapen y llamen a los padres, que es el problema que el Señor X tiene. Las piernas son

por una cuestión de simetría. Cuando la tenga lista, el Señor X me dijo que la va a probar con el hijo del Aristóbulo, que cada vez que muerde una banana, lo mira fijo y le saca la lengua.

Leonardo Da Vinci, Amboise, 1º de Mayo de 1519.”

Así de enigmático es el fragmento, y como nos quedamos con la duda del Señor X, nos pusimos a investigar más a fondo y nos fuimos a la Capilla del barrio y amenazamos con prenderla fuego si el catequista no nos daba el nombre. Resulta que era León X, el Papa de esa época, que financió la máquina diciendo que tenía el poder de Dios, porque era Papa, y que podía curar a los chicos tullidos a través del coito, pero sólo a los rubios, que eran los preferidos del altísimo. Sé que suena fuerte, pero es lo dijo el catequista, nosotros no tenemos nada que ver.

Sin más, esperamos que los resultados le sirvan para seguir luchando contra el crimen. Cambio y juera”.

Atentamente, los Hermanos Macana.

2 comentarios:

Seba Godoy dijo...

Que bueno volverte a leer. Ayer buscando encontre LA CIUDAD DE LA PALOMA, cuando sale el 2do???

mig dijo...

Ahhhhhhhh SEbaaaaaaaaaaaaaa!!!! Que hacés championazoooooooo!!! que es de tu vida fiera, estás por Esperanza?